Coche semihundido V. Acrílico y collage sobre tela. 145×162. 2011 Amontonamiento. Acrílico y collage sobre tabla. 80 x 80. 2011 Coche semihundido IV. Acrílico y collage sobre cartón. 50 x 60. 2011 Coche semihundido III. Acrílico y collage sobre cartón. 40 x 40. 2011 Furgoneta III. Acrílico, carboncillo, tinta y collage sobre papel. 77 x 84. 2010 Furgoneta IV. Acrílico, carboncillo, tinta y collage sobre papel. 65 x 111. 2010 Furgoneta V. Acrílico, carboncillo, tinta y collage sobre papel. 56 x 94. 2010 Furgoneta fósil. Acrílico, carboncillo, tinta y collage sobre papel. 68 x 88. 2010 Coche. Acrílico, carboncillo, tinta y collage sobre papel. 65 x 88. 2010 Exposición Desguace. Espacio GB. Sevilla. 2009
1Eco, U. (2004). La historia de la belleza a cargo de Umberto Eco. Barcelona, Lumen, p. 409
Fósiles de metal
¿Qué hay detrás de estos vehículos ya en la última etapa de su existencia? ¿Quiénes los han manejado? ¿A qué lugares han viajado? Ahora, en su abandono, adquieren una entidad distinta, especial, una nueva vida dentro de su propia muerte. Es la muerte de su utilidad, la muerte desde nuestro punto de vista práctico. Pero cuando su utilidad se va, su entidad crece, se convierten en estatuas silenciosas y pierden el vínculo con sus creadores. Ya no son obras del hombre, la naturaleza las hace suyas, como si hubiesen existido desde siempre. “Una vez acabado su ciclo de cosas destinadas al consumo, una vez convertidos en soberanamente inútiles, estos objetos son en cierto modo redimidos de su inutilidad, de su ‘pobreza’, incluso de su miseria, y revelan su inesperada belleza”1